El sector del marketing digital está llenándose cada vez más de trileros y vendehúmos que intentan aprovecharse de la situación compleja de miles de empresas. Hoy por hoy cuesta tanto encontrar a gente honesta y profesional entre tanta paja, que es normal que muchos miren al sector como una suerte de «timo de la estampita».
No culpo a las empresas que quieren dar un salto cualitativo y no quedarse atrás, a fin de cuentas quien tiene un negocio teme por no poder sacarlo adelante. Y es tentador que alguien te haga una tienda online por 150 euros y te incluya todo el paquete prometiéndote resultados. Pero ya sabes: «Si parece un pato, nada como un pato, y grazna como un pato, entonces muy posiblemente sea un pato«.
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Adapta un plan a tu negocio, no al revés
El problema de este tipo de ofertas es que generalmente suelen no cumplir lo que el cliente final espera. Y a veces incluso abultan los servicios para añadir cosas que no necesita y que acaban siendo un quebradero de cabeza.
Cada cliente y cada negocio son un mundo, y no todos precisan del mismo A,B y C. Por ello es tan importante confiar en el consultor adecuado. Quizá no necesites aventurarte en un tienda online, quizá solo necesitas que alguien mejore la visibilidad de tu ficha local en Google My Business. Quizás no tengas que estar activo en todas las redes sociales si tu audiencia no se mueve por ellas. Quizás no es necesario que te abras un canal de YouTube…etc.
Lo importante en una auditoría de negocio es detectar los puntos de mejora a corto plazo, y establecer planes de acción asumibles y realistas. Nada de grandilocuencias que a la larga te empujarán a desembolsar cantidades de dinero en zonas que no puedes mantener en el tiempo.
Caso real
Te pongo un ejemplo real. Hace unas semanas a un buen amigo le «recetaron» abrirse una tienda online. Él tiene una pequeña tienda de ropa infantil en un barrio céntrico de Córdoba. La proforma que recibió empezaba con el gancho, los 150 euros de rigor para la creación de la tienda, y luego varios gastos superfluos que ascendían a unos 500 euros adicionales.
Lo que no le contaron a este amigo mío es que:
- La tienda online precisa de una atención adicional que él no puede cubrir. Gestionar la tramitación de pedidos, llamar o comunicarse con clientes…etc.
- Necesita un mantenimiento constante. Las fichas de producto hay que trabajarlas, hay que conseguir enlaces, citaciones, innovar y mejorar las imágenes de producto junto a un largo ad eternum que nunca para. Si te estas quieto en un sector tan competido, tus rivales te meriendan rápido. Estas ofertas generalmente no incluyen la creación de textos y productos, otro gasto más.
- Va a tener que partir su negocio en dos y empezar a gestionar envíos, con las complejidades que ello supone.
- Una tienda nueva tarda en arrancar, así que una campaña en Google Ads o Facebook Ads segmentada es imprescindible.
Estas son solo algunas de las trabas, luego en función del volumen puedes imaginar que un negocio que es local y online va a necesitar de software que ayude en el día a día. Y claro, la facturación de esta persona no da para tanto.
Al final los consultores estamos trabajando con el presupuesto de otras personas, por eso hay que ser honestos a la hora de diagnosticar.
¿Qué hicimos para mejorar? sin tienda online
Tras hablar con él trazamos un plan de acción diferente, más realista y efectivo. Para mejorar lo que ya tenía activo solo hizo falta algo básico, nada de empezar la casa por el tejado.
- Página de empresa en Facebook.
- Campaña segmentada por público y ubicación en Facebook Ads.
- Reclamar ficha en Google My Business.
- Trabajar el SEO local en la ficha de My Business para ganar a la competencia.
- Mejorar su web y conseguir que gane visibilidad.
Medir resultados y crecer
Como puedes imaginar la inversión mensual es infinitamente más baja. El resultado es más óptimo al ser más fácil de poder hacerle frente, y luego siempre hay tiempo de ir hacia algo más grande. La idea tras esto además es otra, que él vaya haciendo marca de manera local y vaya creciendo de manera sostenible.
Los resultados han tardado poco en verse reflejados, incluso en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo. Pero lo mejor es que todo está preparado para ser medido; desde las llamadas que entran desde su ficha de My Business hasta los nuevos fans que interactúan en su página de Facebook.
